La Pridopidina parece corregir un amplio rango de trastornos del movimiento, como la akinesia y la distonía, característicos de las personas que padecen la enfermedad de Huntington. Este nuevo tratamiento tiene un impacto directo en la calidad de vida y la salud de todos los pacientes de este trastorno neurodegenerativo, que afecta a más de 4.000 personas en España, 50.000 en Europa y más de 30.000 en EE UU.