Vivir en un entorno en el que hay granjas mientras se está embarazada puede contribuir a que el bebé esté más protegido frente a las alergias. Así lo afirma un estudio realizado por científicos alemanes que se presenta en la Conferencia Internacional de la Sociedad Torácica Americana en Toronto. Los investigadores partían de la hipótesis de que la exposición a un entorno en el que hay granjas afecta a las células T de los bebés, que están relacionadas con el desarrollo inmune.