El 23 de julio de 1965 la medicina avanzaba un paso más en España. El urólogo catalán, Salvador Gil Vernet, realiza el primer trasplante de riñón de donante cadáver con éxito en el Hospital Clínico de la Universidad de Barcelona.
Antes de esta fecha, el equipo de Gil Vernet, ya había realizado otras pruebas. En concreto, en enero de ese mismo año se hizo el primer intento de implante renal con este tipo de donante pero fracasó.
Para el segundo intento, se utilizó el riñón de un donante varón de 24 años fallecido en un accidente de moto por un traumatismo craneoencefálico. La receptora era una mujer de 35 años que sufría una nefroesclerosis en fase avanzada.
El trasplante resultó un éxito debido al largo periodo de tiempo que vivió la trasplantada tras la operación. El curso postoperatorio fue normal así como la función del injerto. Ese mismo año, el equipo del doctor Gil Vernet, implantó otros ocho riñones más con éxito inmediato.
Salvador Gil Vernet tuvo una trayectoria laboral reconocida que le valió para ser propuesto al Nobel de Medicina por varias sociedades científicas, tanto españolas como extranjeras.
Se licenció en medicina en la Universidad de Barcelona en 1915 y en 1926 ganó, por oposición, la cátedra de Anatomía de la Universidad de Salamanca aunque desarrolló la mayor parte de su carrera en Hospital Clínico de Barcelona, al que llegó dos años más tarde.
En 1933, Gil Vernet se hizo cargo de la cátedra de Urología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Impulsó la creación de la Escuela Profesional de Urología de la que fue el primer director. En 1967 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Toulouse (Francia). Finalmente, falleció el 24 de octubre de 1987 en Barcelona.