El camionero estadounidense Richard Walters Lawrence (1949-1993), frustrado por no haber podido ser piloto de las Fuerzas Aéreas de EE UU, decidió volar por su cuenta de una forma muy especial.
Con la ayuda de su novia, cogió una silla del jardín, le colocó 45 globos meteorológicos de helio y se elevó a más de 4.500 m desde San Pedro (California) hasta un espacio aéreo controlado cerca del aeropuerto internacional de Los Ángeles. Justo hace ahora más de tres décadas, el 2 de julio de 1982.