En verano, algunas personas pierden la vida ahogadas en una corriente de retorno, conocida popularmente como resaca, fenómeno que es bastante habitual en las playas con viento de levante. "Sin embargo, creemos que el principal problema en ocasiones es la falta de sentido común y no respetar la bandera amarilla o roja hasta que se tiene el susto", explican desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.
"Si nos metemos en una corriente de retorno hay algo que no se debe olvidar: evitar nadar a contracorriente, hacia la orilla. Esto nos dejará sin fuerzas y es lo que provoca el ahogamiento. Lo mejor es dejarse llevar y nadar hacia los lados cuando veamos olas rompiendo", recomiendan.