El 10 de agosto de 1897 el investigador alemán Felix Hoffman registró la síntesis del ácido acetilsalicílico, que fue encontrado cuando buscaba un remedio para aliviar la artritis reumatoide de su padre. El ácido fue derivado de una sustancia natural que se encontraba en la corteza del sauce blanco. En 1899 el medicamento fue patentado por la farmacéutica Bayer y salió a la venta con un nombre no químico, Aspirin, que proviene del género de la planta de donde se obtiene, Spiraea, junto con la 'a' de 'acetil' como prefijo y el sufijo 'in'. Famosa por aliviar el dolor y la fiebre, la aspirina también es útil para el tratamiento de otras enfermedades como la artritis reumatoide, la fiebre reumática y la artrosis. Fuente: Módulo Médico.