Hongos y plantas se alían para crear kilométricas tuberías de raíces que conectan a las especies vegetales entre sí. De este modo, los bosques, unidos bajo tierra, cobran fuerza ante amenazas como el cambio climático para poder cumplir su función de sumideros de carbono. Pero los científicos aún desconocen cómo se produce esta interacción, similar a la red de internet.