Las creencias religiosas de mujeres jóvenes (adolescentes y veinteañeras) no tienen un peso decisivo a la hora de decidir si interrumpen o no su embarazo. Ésta es la conclusión de un estudio sociológico llevado a cabo por Amy Adamczyk, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, que señala que “las mujeres jóvenes y no casadas se enfrentan a una serie de factores sociales, económicos y de salud que hacen que sea difícil para ellas actuar de acuerdo a sus valores religiosos a la hora de decidir si interrumpen o siguen adelante con el embarazo”. De hecho, sus resultados muestran que las tasas de aborto son más altas en las mujeres que acuden o han acudido a escuelas privadas religiosas que sus compañeras de escuelas públicas.
La investigación de Adamczyk, que es pionera en su estudio del impacto de la religión sobre la decisión de abortar, se realizó con una muestra de 1.504 mujeres solteras que tenían entre 14 y 26 años en el momento en que descubrieron que estaban embarazadas. El estudio se publica en el Journal of Health and Social Behavior.