La bióloga evolutiva Lynn Margulis fue una de las principales contribuidoras a esta disciplina, gracias a su teoría de la endosimbiosis. Nació 5 de marzo de 1938, en Chicago (EE UU).
En su larga trayectoria recibió las máximas distinciones de la carrera científica en su campo, gracias al tamaño y calidad de su contribución investigadora. Los galardones incluyen la Medalla Nacional de Ciencia norteamericana, la medalla Darwin-Wallace, membresía en las Academias Nacionales de Ciencia de Estados Unidos y Rusia y menciones honoris causa en numerosas universidades, incluidas las de Vigo, Valencia, Autónoma de Madrid y Autónoma de Barcelona.
Tras su paso por las universidades de Chicago, Wisconsin y Berkeley, sus intereses académicos viraron hacia la genética de poblaciones y el interés por unos microorganismos minusvalorados por los científicos del momento, las bacterias, a las que situó de lleno en el mapa evolutivo.
Gracias a su Teoría de la Endosimbiosis Seriada, que Margulis logró publicar tras muchos intentos en el Journal of Theoretical Biology, obtuvimos la respuesta más plausible hasta la fecha a cómo llega una célula procariota (sin núcleo diferenciado y con la información genética dispersa en la membrana) a convertirse en una célula eucariota (con su información genética dentro de un núcleo).
Según Margulis, organismos de origen bacteriano como mitocondrias o cloroplastos se unieron, etapa a etapa, dentro de un sistema más complejo que se mantenía mediante la simbiosis entre sus miembros: el beneficio del conjunto redundaba en el individuo y viceversa. La teoría, que contradecía en parte las enseñanzas evolutivas enunciadas por Darwin (basadas en las mutaciones) le granjeó multitud de críticas e indiferencia por parte de la comunidad científica, pero acabó siendo refrendada yvalidada.
El pulso entre la brillantez y la polémica, entre sus admiradores y sus detractores, entre ella y biólogos como Richard Dawkins acompañaron a Margulis durante toda su vida académica.