El nordeste japonés continúa su recuperación a la sombra de Fukushima, donde un lustro después de que el impacto del tsunami causase el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil en 1986, se ha realizado el desmantelamiento del 10 % de la planta atómica, un proceso que se prevé que dure entre 30 y 40 años.
