El Observatorio Austral Europeo (ESO), la principal organización astronómica intergubernamental de Europa, ha descubierto gracias a su telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment), localizado en Chile, una nebulosa única en la que se aprecia, por primera vez, una cavidad. En el espacio, las densas nubes de gas y polvo cósmico son el lugar de nacimiento de estrellas, aunque estas quedan ocultas por el polvo cuando se observan con luz visible, señaló el ESO en un comunicado desde su central en Garching, en el sur de Alemania. Esto es así hasta el punto de que cuando se observó una de estas nubes en la constelación de Escorpio en 1774, se pensó que era una región vacía de estrellas, añade la nota. La cámara LABOCA, instalada en el telescopio APEX y que trabaja con longitudes de onda más largas, puede detectar el resplandor de calor que emana del polvo, revelando los lugares ocultos en los que se están formando nuevas estrellas.