El Monte Anaga fue en su día una "gasolinera flotante" más que operaba en el Estrecho de Gibraltar, pero ahora ha cambiado su papel y se ha convertido en un buque antivertidos, preparado con modernos sistemas para limpiar el mar. Con el puerto de Algeciras como base, el buque, propiedad del grupo Ibaizábal y fletado por Cepsa, ha sido elegido en un concurso internacional por la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) para proteger el Mediterráneo occidental. De esta forma, el buque dejará su ocupación habitual desuministro de combustible barco a barco en el Estrecho, para atender cualquier posible vertido contaminante que se produzca en la franja que abarca desde Marsella hasta Algeciras. Es una de las zonas en las que la Agencia Europea de Seguridad Marítima divide la costa europea para que en cada una de ellas haya un buque habilitado y listo para poder acudir rápidamente, en menos de 24 horas, a limpiar cualquier vertido de combustible de importancia que se produzca en la franja que le corresponda.