Tardaríamos 20 años viajando a la velocidad de la luz, pero al llegar encontraríamos el verdadero nuevo mundo. Un planeta tres veces más grande que la Tierra, con un sol alrededor del que girar. Es rocoso, lo protege una atmósfera y reúne las condiciones para tener agua y vida. Su nombre no es habitable, Gliese 581g, pero el planeta sí. Podríamos vivir en él. Pero tendríamos que adaptarnos mucho. Los años sólo durarían 37 días, porque es lo que tarda el planeta en darle la vuelta a su sol. Además, no gira sobre sí mismo como la Tierra y en una de las caras del planeta siempre sería de noche. Y en la otra, sería imposible dormir bajo la luz eterna.
Son pequeños inconvenientes, pero ¿quién necesita dormir?, ¿quién necesita los años? Después de atravesar varios sistemas solares, un niño llegaría viejo al nuevo planeta.