Un grupo de montañeros y biólogos ha descubierto en el municipio de La Aldea, en la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, uno de los tubos volcánicos más antiguos del mundo, formado hace 14 millones de años, en el que han proliferado dos especies de insectos desconocidas hasta la fecha.
Este hallazgo, hecho público por el Cabildo de Gran Canaria, supone toda una revolución para este tipo de formaciones volcánicas, ya que su antigüedad se remonta mucho más atrás que la atribuida al que hasta ahora se consideraba como el más antiguo de España: la cueva del Llano, en Fuerteventura, que tiene un millón de años.
El tubo se encuentra en la montaña de Aslobas –una pirámide basáltica casi perfecta que se levanta entre los barrancos de Tasarte y Tasartico– tiene 47 metros de desarrollo y está habitado por dos especies de insectos adaptadas a una vida en completa oscuridad y casi sin nutrientes, no catalogadas hasta ahora.
El biólogo Manuel Naranjo, portavoz de la Sociedad Entomológica Canaria Melansis, ha explicado que la datación que se otorga a este tubo lo sitúa en los momentos en los que se formó el escudo volcánico que dio origen a la isla de Gran Canaria, durante el Mioceno.