El carguero espacial ruso Progress M-27M se precipita hacia la Tierra sin que se sepa exactamente ni cuándo ni dónde caerán sus restos. Esto supone un duro revés para la industria aeroespacial de Rusia. Según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, "pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en la capas densas de la atmósfera sólo será posible unas horas antes de que esto ocurra". Según Energuia, el fabricante del carguero, la caída se producirá entre el 5 y 7 de mayo.
La nave rusa transportaba suministros para la Estación Espacial Internacional (ISS) tras ser lanzada desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán). En sus bodegas, llevaba cerca de 2,5 toneladas de carga, que incluye combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los tripulantes del complejo orbital. También portaba una réplica de la bandera que los soldados soviéticos izaron sobre el Reichstag en mayo de 1945 cuando capturaron Berlín. Con esa bandera de fondo, los tripulantes rusos de la ISS tenían previsto felicitar por videoconferencia a sus compatriotas con motivo del 70º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, que Rusia celebra el 9 de mayo.