Un nuevo invento puede salvar las vidas de muchos motoristas. Se trata de una alarma que salta cuando la moto vuelca. El dispositivo lleva instalado un nuevo sistema GPS gracias al que la caída del motorista que lo porta queda registrada en una central. En siete segundos llaman al móvil de la víctima. Si no contesta, la sala avisa en tres minutos a emergencias.
En atender un caso así actualmente se tarda entre 25 y 40 minutos de media. Con este sistema este tiempo se reduce considerablemente.