Desde que se quedó ciego a los 13 años, es la primera vez que sortea obstáculos sin la ayuda de su perro lazarillo y sin bastón. Lo hace gracias a unas gafas y un casco con cámaras. Es un nuevo dispositivo que traduce a sonidos los objetos que el usuario se va encontrando en su camino. Mientras la persona ciega se desplaza, su oído va percibiendo un mapa de sonidos que le avisa de la presencia de objetos alrededor. Es parecido al mecanismo que emplean los murciélagos para orientarse en la oscuridad. De momento, se trata de un prototipo que tendrá que perfeccionarse antes de salir al mercado, pero ya se ha probado con buenos resultados en Italia y Alemania.