Investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y del Instituto Tecnológico de Karlsruh (KIT), en Alemania, han desarrollado una técnica que mejora la capacidad de las células fotovoltaicas de absorber luz solar. Para ello, se han inspirado en las alas de la mariposa negra (Pachliopta aristolochiae), que habitan en el sur y sureste de Asia.