Las islas Canarias están viviendo un verano fuera de lo normal. Los isleños están acostumbrados a los veranos con 25 grados de media, pero esta semana los termómetros han superado los 35 a las siete de la mañana y alcanzado los 47 a lo largo del día. Ni siquiera han encontrado alivio en la playa, donde sopla un fuerte viento caliente, con rachas de hasta 80 kilómetros por hora, procedente de África. En el archipiélago se ha declarado la alerta naranja, aunque las previsiones anuncian que a partir de este viernes su despertar será algo más fresco.