La empresa de Bill Gates celebró ayer en su sede de Pozuelo (Madrid) el 25 aniversario de la apertura de su filial española. Durante el acto, Eric Boustouller, presidente de Microsoft Europa destacó la evolución del primer fabricante mundial de software desde que se instaló en España en 1989.
Microsoft Ibérica abrió con tan solo 10 empleados. Por aquel entonces, la primera versión de Office aún no había salido al mercado y se trabajaba con MS-DOS, que ofrecía una pantalla negra solo apta para expertos. Este sistema es ya una pieza de museo y la multinacional acaba de liberar su código fuente.
En la actualidad, la filial tiene una plantilla de 700 empleados y una red de 6.500 colaboradores. Según datos de la consultora IDC, la empresa es el principal dinamizador de la industria de tecnología en España, ya que “por cada euro de facturación de Microsoft en España, las firmas colaboradoras facturan 11 euros adicionales en hardware, servicios asociados, software, consultoría, etc.".
El empleo asociado a la tecnología de la compañía en España supera las 181.000 personas, lo que representa el 65% del empleo del sector del software y el 35% del empleo total del sector tecnológico.
Boustouller destacó también que su firma tiene cinco centros de innovación en Baleares, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y País Vasco, así como dos centros de excelencia ubicados en Andalucía y Extremadura. La firma colabora desde hace más de diez años con el Centro de Supercomputación de Barcelona.
El presidente de la división europea habló también de los retos globales de la firma tras el declive del mercado del PC con la exploración de nuevas soluciones telefonía móvil, que se verán impulsadas con la finalización del proceso de adquisición de Nokia. También está buscando oportunidades en los ámbitos de computación en la nube y redes sociales.
