El aprendizaje de tres lenguas desde pequeños es mucho más que la suma del conocimiento de las diferentes lenguas. Comporta también una forma diferente de hablar, un desarrollo pragmático con unas peculiaridades únicas y diferenciadas, según demuestra el estudio desarrollado por la Universitat Jaume I sobre la forma en que los menores plantean las peticiones en función de su exposición a una o más lenguas. La investigación concluye que los niños expuestos de forma secuencial a valenciano, castellano e inglés, introducen antes los elementos mitigadores en las peticiones, de forma que en vez de pedir con imperativos utilizan un estilo más indirecto, así, con la introducción del inglés pasan del “ven y jugamos” a “vamos y si tú quieres jugamos, ¿vale?”.