Un equipo de científicos británicos y canadienses ha encontrado agua con 2.640 millones de años de antigüedad en una mina de Timmins (Ontario, Canadá), según revelan los análisis isotópicos. El estudio, que publica esta semana la revista Nature, evidencia que los depósitos de agua pueden permanecer aislados en las profundidades de la corteza terrestre –a 2,4 km bajo la supeficie en este caso– durante millones de años. Los investigadores plantean que estos sistemas podrían ser un reservorio para los seres vivos, por lo que el descubrimiento abre nuevos interrogantes sobre la conservación, evolución y propagación de la vida a escalas de tiempo planetarias.