Cada vez que en un bar suena una canción cuyo nombre no recordamos, podemos echar mano de aplicaciones móviles capaces de identificarla tan solo registrando su melodía. El método matemático que usan estos programas ha servido para crear un algoritmo que distingue de manera rápida y sencilla las diferentes voces de los delfines.
El estudio, publicado esta semana en la revista PLOS ONE, describe el funcionamiento de esta herramienta numérica que se basa en el código de Parsons de contornos melódicos, un sistema que identifica una pieza musical a partir de la altura de sus notas.