Que a estos animales les gusta mucho el juego y que se comunican con múltiples gestos no verbales y sonidos, no es ningún secreto. Ahora, un nuevo estudio determina que estos mamíferos marinos usan la expresión facial ‘boca abierta’ para reconocerse.
El seguimiento de la ecolocalización, que es el sonido que emiten animales como los cetáceos para orientarse, se puede utilizar para rastrear los movimientos de delfines de agua dulce que habitan en zonas inaccesibles de la cuenca del Amazonas. Esto es lo que ha hecho un equipo del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Universidad Politécnica de Cataluña. Los resultados se han publicado en la revista Scientific Reports.
Una extensa red de vasos sanguíneos conocida como rete mirabile (red maravillosa) ayuda a proteger el cerebro de las ballenas y delfines, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia,, cuando nadan bajo las olas. De esta forma, se salvaguardan de los pulsos de presión sanguínea generados al sumergirse a gran profundidad.
Un equipo de científicos estadounidenses ha estudiado el órgano sexual de once delfines hembra. Este trabajo aporta nuevo conocimiento sobre el placer sexual femenino en la naturaleza, un campo poco estudiado.
Bison bonasus, el mayor mamífero terrestre de Europa, ha pasado de ‘vulnerable’ a ‘casi amenazado’ gracias a los esfuerzos continuos para su conservación, según la última actualización de la Lista Roja de la Unión Internacional. Asimismo, 31 especies se han declarado extintas.
Los delfines han adaptado su función cardíaca para ajustar el flujo sanguíneo a la inmersión y cambiarlo sobre la marcha para equilibrar la demanda de oxígeno. Esta es la principal conclusión de una investigación que rebate la teoría de la “respuesta automática de buceo” vigente desde hace 70 años. Por primera vez, se han obtenido datos con una práctica no invasiva mediante ecografías del tórax de 11 delfines.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas hallan una importante acumulación de compuestos organofosforados, que se usan como plastificantes y retardantes de llama, en los tejidos de los delfines del océano Índico. Los expertos señalan que los niveles de contaminantes son 10 veces mayores que en los mamíferos del Mar de Alborán, lo que pone en riesgo la salud de la biota marina.
El morbillivirus acabó con la mitad de la población de delfines mulares del Atlántico en los años 1987 y 1988. Ahora una variante más agresiva ha sido detectada en individuos aislados del Mediterráneo. La hipótesis principal de un equipo de científicos españoles es que un animal enfermo procedente de aguas atlánticas la introdujo y los infectó.
Durante la inmersión, los pulmones de los mamíferos marinos cuentan con mecanismos activos, y no solo pasivos, con los que evitan la enfermedad de descompresión. Dos nuevos estudios, liderados por la Fundación Oceanogràfic, han permitido estudiar a delfines salvajes sin encontrar diferencias fisiológicas entre los que cazan en superficie y los que lo hacen a gran profundidad. Pero el mecanismo podría dejar de funcionar si los animales están estresados.