La miel es uno de los productos más susceptibles de manipular y, desde hace años, la Comisión Europea viene fomentando el desarrollo de métodos analíticos rápidos que ayuden a diferenciar un producto puro de otro adulterado. Ahora investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado una lengua electrónica capaz de discriminar mieles adulteradas de forma sencilla, rápida y barata.
Investigadores del 139ª European Study Group with Industry, celebrado este mes en Santiago de Compostela, han presentado diversos modelos númericos para celdas electrolíticas, hornos, engranajes y otros dispositivos industriales. Cinco empresas multinacionales se han encargado de plantear los retos.
La secuenciación de todas las moléculas de ARN mensajero encontradas en el tejido de una anémona marina ha permitido a un equipo de investigación internacional descubrir una nueva toxina de este animal. Se trata de una proteína que forma parte de su veneno y cuya función tóxica consiste en crear poros en las membranas de otros organismos para atacarlos, o para defenderse de ellos. Su hallazgo expande su repertorio armamentístico y nos acerca a su posible utilización terapéutica.
La compleja evolución geológica y climática de la cuenca mediterránea configuró la distribución de la enorme variedad de coleópteros de esta región. Así lo confirma un nuevo estudio que ha seguido los pasos de Pimelia, un género cuya taxonomía han revisado reorganizando las 324 especies que lo componen en 14 subgéneros, seis nuevos para la ciencia. Los científicos han descubierto además que su origen se remonta a unos 30 millones de años, y su diversificación comenzó en el norte de África.
Un reciente trabajo, coordinado por la Universidad Autónoma de Madrid, ha demostrado que los adultos mayores con un alto consumo de azúcares añadidos en su dieta tienen más riesgo de desarrollar fragilidad, que se traduce en un mayor número de caídas, más discapacidad, institucionalización y muerte prematura. Los resultados se basan en una muestra representativa de casi 2.000 personas de más de 60 años.
Durante la inmersión, los pulmones de los mamíferos marinos cuentan con mecanismos activos, y no solo pasivos, con los que evitan la enfermedad de descompresión. Dos nuevos estudios, liderados por la Fundación Oceanogràfic, han permitido estudiar a delfines salvajes sin encontrar diferencias fisiológicas entre los que cazan en superficie y los que lo hacen a gran profundidad. Pero el mecanismo podría dejar de funcionar si los animales están estresados.