Un test de ADN es capaz de determinar qué medicamentos sientan mejor al enfermo con sólo una muestra de saliva. Según los investigadores que han desarrollado esta prueba, un 30% de los pacientes no responde bien al tratamiento que le es suministrado. El motivo es que el organismo del enfermo no está preparado para asimilar el fármaco. Este test está siendo comercializado a través de médicos especialistas de la sanidad privada. La empresa que ha patentado esta prueba pretende que sea también sea empleada en la sanidad pública, ya que afirma que esto causaría un mayor bienestar para el paciente y un ahorro económico para el sistema sanitario.