Los análisis morfométricos y filogenéticos de los restos fósiles de mandíbulas y dientes de una musaraña encontrada en el yacimiento de Gran Dolina de Atapuerca (Burgos) confirman que se trata de una nueva especie (Dolinasorex glyphodon) no descrita hasta ahora. El animal extinto tenía dientes rojos, era de grandes dimensiones comparado con mamíferos de la misma familia, y estaba más vinculado a las musarañas asiáticas que a las europeas.