La investigación beneficia a la enseñanza universitaria porque mejora su calidad, tal y como revela un estudio en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid. En una muestra con más de 600 docentes, los autores comprobaron cómo los profesores que investigan tienen mejor criterio y son más rigurosos a la hora de dar clases aunque, si investigan demasiado, la calidad docente empeora, al faltarles tiempo.