Investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’ (Universidad de Málaga-CSIC) han caracterizado más de 2.250 genes que regulan aspectos del desarrollo del árbol como la forma de la copa, la altura o la cantidad de las ramas. Para los expertos, el estudio supone un paso más en la creación de nuevas variedades que se adapten a las necesidades de los sistemas de cultivo actuales.
Científicos de la Universidad de Granada muestran, por primera vez, que existe una asociación entre el género del neonato y su capacidad para afrontar el estrés oxidativo y los procesos inflamatorios, un hecho que podría condicionar cómo se enfrentan a futuras patologías postnatales. El trabajo concluye además que el parto de una niña es menos agresivo para la madre que el de un niño.
El uso de una variedad de gramínea gigante originaria de Sudamérica denominada maralfalfa (Pennisetum sp.) para el alimento de cabras permite reducir los costes en la producción de este sector. La maralfalfa es una especie que puede ser cosechada hasta 8 veces al año durante un periodo de 7 años.
Científicos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid han estudiado los procesos que determinan el patrón espacial de las plantas de alta montaña para conocer la dinámica de sus poblaciones. El equipo ya había demostrado que las modificaciones de precipitación y temperatura derivadas del cambio climático están poniendo en peligro las poblaciones algunas plantas perennes en la Sierra de Guadarrama, que forma parte de una comunidad de prados de alta montaña protegida por de la Directiva de Hábitats.
Un estudio de la flora del Parque Amate de Sevilla revela la presencia de una especie de árbol sudamericano desconocido hasta ahora en España, denominado Albizia procera. Se ha localizado un gran ejemplar enfrente de la plaza de toros de la Maestranza y se conoce también su presencia en Barcelona.