La proteína NBS1 participa en la reparación de los daños del ADN. Además, tal y como afirma un nuevo estudio en el que participa la Universidad de Barcelona, es un factor crítico para impulsar la actividad funcional en los macrófagos. La proteína estudiada también tiene implicaciones en los efectos observados en pacientes con el síndrome de Nijmegen y en otros trastornos relacionados.
Un fármaco contra la leucemia linfocítica crónica y otros cánceres hematológicos, llamado AICAR (5-aminoimidazol-4-carboxamida ribósido), podría ser una alternativa terapéutica para los pacientes de leucemia linfocítica crónica, según una investigación publicada en el último número de la prestigiosa revista Blood. El estudio ha permitido entender mejor el mecanismo de acción del fármaco.