Vista panorámica de Santiago de Chile con altos niveles de contaminación. / ©EFE/Alberto Valdés
Si las emisiones de gases de efecto invernadero no caen de 7,6 % cada año entre los años 2020 y 2030, los países no alcanzarán el objetivo de limitar el aumento de temperaturas en 1,5 ºC, tal y como establece el Acuerdo de París. Esta es la principal conclusión de un nuevo informe presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los bosques desempeñan un papel esencial en la retención de carbono. ¿Pero durante cuánto tiempo pueden retenerlo? Un nuevo estudio muestra que el tiempo de permanencia del carbono en los bosques terrestres se ha reducido entre el 0,2% y el 0,3% anual en las últimas décadas. La mayor concentración de dióxido de carbono, los aumentos de temperatura y las sequías aceleran la mortalidad vegetal.
Esta semana se han entregado en Berlín los premios Green Talents a 25 investigadores, entre ellos, Rubén Mocholí, que desarrolla modelos matemáticos para reducir las emisiones de CO2 industrial. Ahora está embarcado en el proyecto Torero, que pretende utilizar residuos de madera como combustible de los altos hornos y aprovechar los gases de escape para producir bioetanol.
Hace entre 1.800 y 1.000 años, los mayas eliminaron bosques y crearon una red de humedales para el cultivo de aguacate, maíz y calabaza, lo que pudo contribuir a aumentar las emisiones de CO2 y metano. Un nuevo estudio ha permitido encontrar una estructura agrícola a gran escala.
Un equipo de científicos, con participación española, ha comprobado que la utilización de biochar (biocarbón) e hidrochar (carbonización hidrotermal) puede reducir hasta un 97 % las emisiones de CO2 con respecto al uso de residuos ganaderos. Además, tras el tratamiento térmico estos materiales se convierten en fertilizantes de liberación lenta que pueden aumentar el rendimiento de los cultivos.
Los ciclos de nutrientes del suelo pueden desincronizarse rápidamente en respuesta a un incremento del CO2 atmosférico. Esta es la conclusión de un estudio, liderado por la Universidad de Cádiz, que ha instalado en una zona de eucaliptos grandes estructuras que liberan CO2 de forma continuada para observar las consecuencias.
Si las emisiones de CO2 se mantienen al ritmo actual para finales de siglo, peces y mamíferos marinos podrían sufrir disminuciones más graves que el fitoplancton. Así lo revela un estudio internacional, con participación del CSIC. Según el trabajo, este impacto se producirá independientemente de otras presiones sobre los animales, como la sobrepesca.
Un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia pone de relieve que el cambio de vehículos diésel de más de diez años por nuevos de gasolina aumentaría hasta un 2 % las emisiones de CO2 en las grandes urbes españolas. En cambio, si la flota diésel anterior a 2009 se sustituyera por nuevos vehículos diésel (E6 Temp), las emisiones bajarían hasta un 6 % en las ciudades y un 22 % en las carreteras.
El estudio de los minerales de la laguna de Las Eras, en la provincia de Segovia, podría permitir la identificación de la presencia de microorganismos tanto en rocas del registro geológico terrestre como en rocas marcianas. Un trabajo liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto la relación entre un tipo de bacteria, del grupo de los firmicutes, y la formación en la laguna de magnesita y dolomita, dos minerales difíciles de precipitar a bajas temperaturas.