Campañas comunitarias y acceso a la salud universal pueden ser la clave para acabar con el chagas, una patología tropical desatendida cuya prevalencia suele acompañarse de la infección por el parásito Strongyloides stercoralis. El cribado antenatal y la detección en niñas y mujeres infectadas en edad fértil resultan imprescindibles para hacer frente a esta zoonosis.