Bloquear la respuesta en enfermedades inflamatorias crónicas, como la arteritis de células gigantes. Ese es el objetivo de dos nuevos estudios, realizados por investigadores españoles. El primero de ellos, explora el papel del interferón gamma y su potencial como diana terapéutica, y en el segundo, se descubre una nueva función de una de las subunidades que forman la proteína IL-23, posiblemente relevante en varias de estas patologías.