La investigación científica es un viaje hacia territorios desconocidos del conocimiento, pero a veces este reto intelectual se convierte también en una aventura vital. Esto es lo que supone participar en IceCube, un detector de neutrinos que, además de profundizar en las propiedades de esta misteriosa partícula, requiere pasar meses de aislamiento en plena Antártida, con temperaturas rondando los -70°C y en completa oscuridad. Es lo que está a punto de vivir el investigador Carlos Pobes, el primer español seleccionado para vivir el invierno antártico operando este experimento.
El Laboratorio Subterráneo de Canfranc, referencia en España para la investigación en física de astropartículas y segundo mayor centro de estas características en Europa, reabre sus puertas tras casi tres años de parón en los que se han realizado obras de mejora de sus instalaciones.