Este miércoles se han entregado en Madrid las bolsas de investigación del programa For Women in Science L'Oréal-Unesco a cinco científicas menores de 40 años, con proyectos en las áreas del cáncer, las anemias congénitas, la salud vascular y las enfermedades neurodegenerativas.
La inhibición de esta molécula reduce la acumulación de lípidos en la cavidad abdominal y el aumento de peso, a la vez que normaliza la composición de la microbiota intestinal. Este estudio, realizado en ratones, podría facilitar el desarrollo de mejores tratamientos contra esta enfermedad.
La exposición a la microbiota materna del recién nacido permite restituir los microrganismos beneficiosos en los partos por cesárea. Se necesitan más estudios para comprobar si esto se traduce en una protección frente al riesgo de enfermedades a corto y largo plazo.
La microbiota intestinal tiene el potencial de modificar aspectos muy relevantes de la salud humana, incluida la susceptibilidad al cáncer o la extensión de la longevidad.
Un estudio realizado en España concluye que, cuando la dieta es saludable, la presencia de obesidad no aumenta el riesgo de diabetes. Este hallazgo podría cambiar la estrategia dietética en pacientes prediabéticos hacia enfoques centrados en una alimentación más sana, en lugar de en la pérdida de peso.
Un nuevo estudio, liderado por investigadores del CSIC, identifica distintos grupos de bacterias que la madre transfiere a su hijo durante la gestación asociados a la dieta. La fibra, la proteína vegetal y los ácidos omega-3 ejercen un efecto significativo sobre el microbioma del bebé y contribuyen al desarrollo infantil en los primeros meses.
Seguir una dieta mediterránea durante un año potencia los tipos de bacterias intestinales relacionadas con el freno de la fragilidad y el declive cognitivo en las personas mayores, al tiempo que reduce las asociadas a la inflamación, según indica un estudio realizado en cinco países.
La microbiota intestinal desempeña un importante papel protector en la vida de seres humanos y especies animales, peces incluidos. Una investigación liderada por españoles demuestra que las bacterias se distribuyen de forma heterogénea en el intestino de los esturiones, habitando cada zona anatómica según su posible función en el tracto intestinal.
El proyecto MyNewGut, coordinado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, muestra la influencia de la microbiota intestinal en el balance energético que regula el peso corporal y en la función cerebral. Las bacterias identificadas pueden dar lugar a nuevos probióticos para combatir la obesidad y el estrés, y sus complicaciones, como el síndrome metabólico y la depresión.
En algunas zonas de las Islas Galápagos, los pinzones de Darwin, protagonistas de #Cienciaalobestia, se alimentan de la comida humana debido al reciente aumento de la población. Un estudio ha detectado una microbiota intestinal diferente en estas aves respecto a la que tienen una dieta natural. Además, los pájaros que comen alimentos basura son más grandes y pesados.