Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” han identificado un mecanismo molecular que, tras ser manipulado, aumentó en ratas de laboratorio la capacidad de aprender y retener información espacial. Los autores afirman que estímulos del exterior pueden provocar que algunas sinapsis se potencien, mientras otras se debilitan.
El telescopio espacial Kepler de la NASA ha detectado dos nuevos planetas que orbitan sistemas binarios formados por dos estrellas. Se trata de Kepler-34b y Kepler-35b, dos planetas gigantes gaseosos, pero seguramente existen muchos más, según plantean sus descubridores en el último número de la revista Nature.
La mancha espacial gigante resplandece desde el Interior.
Impulsados por el deseo de alcanzar un genoma por 1.000 dólares, investigadores de una empresa biotecnológica de EE UU han desarrollado una nueva y barata tecnología de secuenciación de ADN basada en el uso de semiconductores. Los detalles se publican en el último número de la revista Nature.
Especialistas del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) y el CIBER de Enfermedades Raras han demostrado que la ausencia de dos proteínas específicas altera el desarrollo del ojo, dando lugar a malformaciones oculares. Además, ambas proteínas parecen estar también relacionadas con la generación de depósitos de amiloide, característicos de la enfermedad de Alzheimer.
La Universidad de Cantabria (UNICAN) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla participan en un proyecto de colaboración internacional sobre la genética del Alzheimer a través del cual se han descubierto cinco nuevos genes responsables de la enfermedad. El estudio, realizado sobre una población de 20.000 pacientes con Alzheimer y 40.000 sujetos sanos como controles, ha permitido añadir los genes ABCA7, MS4A, CD33, CD2AP y EPHA1 a los otros cinco que ya se conocían (APOE, CLU, CR1, PICALM y BIN1).
Portada de esta semana de la revista Nature.
Un grupo de científicos europeos en el que participan investigadores de la UAM consigue por primera vez utilizar pulsos láser con una duración de atosegundos para observar el movimiento de los electrones en las moléculas. El trabajo —recién publicado en Nature— requirió la realización de complejos cálculos teóricos en los ordenadores más avanzados que existen actualmente.
Investigadores del Centro de Regulación Genómica publican un trabajo en la revista Nature donde muestran que parte de la evolución es fruto de una combinación de dos mutaciones nocivas individuales. El estudio va más allá de la típica interpretación de la macroevolución y demuestra cómo las mutaciones deletéreas o nocivas, que a menudo se creía que no contribuían al proceso evolutivo, también pueden tener un papel importante en la evolución. Los investigadores han demostrado por primera vez la validez de la teoría de la evolución compensatoria que Kimura postuló hace 25 años.
El campus de la Universidad Complutense de Madrid.