Más de 2.700 mujeres y sus hijos e hijas han participado en un nuevo estudio que destaca los beneficios de una alimentación saludable. Los resultados mostraron que las embarazadas con mayor adherencia a la dieta mediterránea tenían un 32% menos de riesgo de tener descendencia con una trayectoria de crecimiento acelerado, en comparación con los vástagos de las madres que no seguían este patrón.
Investigadores de Galicia y de León han comparado la nutrición de vacas lecheras con tres tipos de alimentación diferentes: ecológica, convencional y convencional con pastoreo. Las conclusiones de este trabajo muestran claras diferencias entre las tres formas de nutrición, por eso pueden servir para realizar recomendaciones para los ganaderos sin que estos tengan que cambiar su forma de explotación.
Dos nuevos estudios vuelven a probar el valor para la salud de la dieta mediterránea. Realizados en personas con diabetes tipo 1, los expertos apuntan unos hábitos más saludables en estos pacientes y señalan la necesidad de promover las mismas conductas en la población general. Los resultados también concluyen que vivir fuera de las grandes ciudades se asocia con mejores patrones dietéticos.
Investigadores de la Universidad de Almería han confirmado que las pacientes con fibromialgia presentan una alimentación similar al resto de la población, aunque controlan más su dieta y evitan ciertos alimentos que relacionan subjetivamente con la enfermedad.
Ejercicio físico de moderado a intenso y una dieta rica en calcio y vitamina D. Esos son los dos factores que pueden prevenir la osteoporosis desde la juventud. Según una investigación de la Universidad del País Vasco, ambos factores contribuyen a mejorar la mineralización de los huesos, y, en consecuencia, se pueden diseñar programas para prevenir y ralentizar la osteopenia y la osteoporosis desde una edad temprana. El artículo ha sido publicado en la revista Nutrients.
Hasta la fecha, las legumbres se han considerado alimentos protectores contra diferentes tipos de cáncer, aunque la relación apenas había sido analizada. Tras un seguimiento de seis años a 7.212 participantes con alto riesgo cardiovascular, un estudio revela una asociación protectora en el consumo de estos alimentos y la mortalidad por cáncer, pero también un aumento de la causada por patologías de las arterias coronarias.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto en ratas que el consumo prolongado de aceite de girasol o de pescado provoca alteraciones en el hígado capaces de desencadenar una esteatohepatitis no alcohólica, una enfermedad en la que se acumula grasa en el órgano. Por el contrario, el aceite de oliva virgen fue la grasa que mejor preservó el hígado a lo largo de la vida.
Un estudio realizado en Granada analiza un tipo de pan enriquecido con fibra soluble, proteínas y fruta desecada que reduciría el consumo de alimentos entre comidas y, por lo tanto, permitiría controlar de forma adecuada el consumo de energía. Este panecillo incorpora un 22% de frutas secas en su composición y una mezcla equilibrada de cereales.
Una investigación realizada en la Universidad de Granada señala que el nivel de desnutrición en las residencias de mayores es alto, mucho mayor que en el caso de aquellos ancianos que viven independientes en sus casas. En ninguno de los menús analizados en las instituciones se alcanzó las recomendaciones de verduras, fruta, productos lácteos, aceite de oliva, legumbres, o frutos secos, mientras que el aporte de dulces y azúcar en ellos fue excesivo.
Un grupo internacional de expertos en nutrición, entre los que figuran investigadores españoles, relaciona el consumo de dos raciones diarias de cereales integrales con un menor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular y obesidad. Los científicos recuerdan la importancia de informar sobre el contenido de estos nutrientes en los alimentos e incentivar su ingesta entre la población.