En el torrente sanguíneo, cuando el VIH se acerca a una célula para infectarla, tiene que fusionar su membrana con la cubierta sana de esta para introducir su material genético y propagar la infección. Un equipo de investigadores en el que participa la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que alterar la estructura de esta membrana podría ser clave para bloquear el contagio, lo que abre la puerta al diseño de nuevas armas contra la expansión del virus.
El VIH-1, causante de la mayoría de infecciones por el virus del sida en el mundo, saltó desde el Caribe a Nueva York alrededor de 1970, lo que provocó la pandemia posterior. Así concluye un estudio que incorpora análisis históricos y genómicos y aclara el error en la identificación del hombre conocido como 'paciente cero'.
En 2015 se produjeron alrededor de 2,5 millones de nuevas infecciones por VIH en el mundo, un valor que permanece sin grandes cambios desde los últimos diez años. Sin embargo, los fallecimientos por esta enfermedad han disminuido de 1,8 millones en 2005 a 1,2 millones en 2015. Estos son algunos de los datos presentados en la reunión internacional sobre el sida, celebrada estos días en Durban (Sudáfrica). En España, los contagios han aumentado un 1,5% más cada año de la última década.
El ‘bareback’ implica la penetración anal realizada sin condón de manera intencional. Se trata de la práctica de riesgo que realiza casi la mitad de los hombres que mantienen relaciones homosexuales, según un estudio publicado este mes en la revista Gaceta Sanitaria. Son los menores de 24 años y los que viven en pareja los que presentan hasta tres veces mayor riesgo de llevar a cabo esta práctica.
Un estudio dirigido por el Grupo de Biología de la Infección de la Universidad Pompeu Fabra señala a las células T reguladoras como un componente importante en la lucha contra la infección por VIH. Los resultados se publican en la edición de diciembre de la revista PLOS Pathogens.
La prevención del sida continúa siendo una asignatura pendiente. Las chemsex, fiestas privadas donde se mezclan drogas y sexo entre hombres, lo hacen más difícil todavía al aumentar el riesgo potencial de infección. Las instituciones sanitarias hablan ya de marcar esta nueva tendencia como una prioridad en salud pública.