Investigadores extremeños, en colaboración con la firma brasileña Pro Delphus Simuladores Cirúrgicos, han desarrollado el primer simulador facial para entrenamiento de cirujanos orales y maxilofaciales. La tecnología permite entrenar para superar las dificultades que presenta el procedimiento de artroscopia, así como el reducido espacio de la articulación, la ausencia de tacto de las estructuras o la pérdida de sensación de profundidad.