Un equipo de ingenieros de la Universidad de Stanford ha creado un ordenador construido enteramente con transistores de nanotubos de carbono. Aunque es muy básico, el dispositivo incluye un sistema operativo y es capaz de realizar múltiples tareas. Los responsables del proyecto, cuyos resultados se publican en Nature, ven en esta tecnología una alternativa prometedora al silicio en la construcción de los ordenadores del futuro.