Vivir en la calle o en un centro de acogida influye en el grado de felicidad de quien se encuentra en esas circunstancias. Por primera vez, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá han analizado si las personas sin hogar de Madrid considera que son felices y la respuesta ha sido positiva en diferentes grados en el 46,7% de los casos.