“Los antioxidantes no son la panacea y no todos se comportan de igual manera en la dieta. Algunos, en función de la dosis, pueden tener efectos nocivos o neutros, por eso necesitamos más estudios para saber cómo actuarán en cada dieta”. Así lo aseguró la investigadora Patricia Pérez Matute con motivo de las IV Jornadas de Actualización en Nutrición, celebradas en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra.
La Unidad de Tecnología en Producción Animal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Aragón (CITA), organismo adscrito al Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, están investigando en la obtención de productos agroalimentarios de calidad, integrando actuaciones de alimentación y genética molecular; una combinación novedosa y de gran efectividad.
El Centro Tecnológico Cartif, ubicado en el Parque Tecnológico de Boecillo en Valladolid, participa junto a 14 empresas de alimentación españolas y siete centros de investigación nacionales en un proyecto Cenit liderado por la compañía Gullón que tiene como objetivo generar nuevos conocimientos en cuanto a ingredientes, metodologías y tecnologías de formulación y producción para elaborar alimentos más saludables y equilibrados nutricionalmente. Higea, que es como se denomina el proyecto, cuenta con un presupuesto de 24 millones de euros, y nació tras un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que advertía de un incremento a nivel mundial en las próximas décadas de enfermedades como la obesidad y la diabetes, derivadas del actual sistema de vida.
Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, Abel Mariné es gestor del ‘Programa Nacional de Tecnología de Alimentos’ de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT) y miembro del cuadro de expertos en Seguridad de los Alimentos de la OMS. Colaborador habitual en medios de comunicación como El periódico, La Vanguardia, TV3 o Radio 4, Abel ha participado en el ciclo ‘A ciencia cierta’, organizado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de La Rioja, donde ha impartido la conferencia ‘¿Sabemos lo que comemos?’.
Los oligasacridos prebióticos se utilizan en alimentación por sus reconocidos efectos beneficiosos sobre la salud. Un grupo de la Universidad Autónoma de Madrid ha conseguido obtener y caracterizar una enzima capaz de sintetizar fructooligosacaridos prebióticos de gran interés para la industria alimentaria. La nueva enzima es capaz de producir estos compuestos de forma sumamente eficiente.