Un estudio, donde se comparan los apellidos de 416 varones andaluces con su información del cromosoma Y, revela que numerosos apellidos pertenecen a individuos de distintas familias. La explicación a este peculiar fenómeno se remonta a su introducción durante la Edad Media y la Reconquista, tal y como recoge la investigación dirigida por la Universidad Complutense de Madrid.
Una investigación de la Universidad Pompeu Fabra ha querido responder a preguntas como por qué unos apellidos son más frecuentes que otros, qué relación existe entre la raíz lingüística de un apellido y el origen de sus fundadores, o si es posible predecir el apellido a partir del genoma de una persona. Sus resultados aseguran que en cada generación, una media del 2% de los hombres recibe el cromosoma Y y el apellido de personas distintas, bien sea por falsa paternidad o por adopción o transmisión del apellido de la madre.