Desde hace años se sabe que el Homo antecessor, una especie homínida que vivió hace unos 800.000 años en Atapuerca (Burgos), practicaba el canibalismo, pero nunca ha quedado claro por qué lo hacía. Un estudio publicado en el Journal Human Evolution sugiere que el infanticidio y el canibalismo se practicaron por la defensa y ampliación de un territorio rico en recursos, una conducta que se observa ahora en los chimpancés.