Investigadores de la Universidad de Jaén han analizado las inundaciones más severas registradas en la cuenca del Guadalquivir y la dinámica de algunas ocurridas durante tres años hidrológicos recientes. Los resultados revelan que los arroyos jiennenses Salado de Porcuna, de Arjona y de Ibros deben catalogarse como zonas de riesgo potencial significativo de inundación, aunque todavía no se hayan inventariado como tales.
Un estudio estadounidense, que se publica hoy en la revista Nature, demuestra que los arroyos ricos en biodiversidad tienen más facilidad para filtrar los contaminantes de nutrientes de sus aguas que aquellos en los que el número de especies es más limitado. El reparto de las funciones entre la diversidad de organismos que conviven en un mismo hábitat convierte el arroyo en una 'esponja' con mayor capacidad de absorción.