Para Juan Carlos Castilla Zenobi, investigador chileno y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, la principal causa de sobreexplotación en el mar es lo que se conoce como “la tragedia de los comunes”, o lo que es lo mismo: el expolio de áreas de propiedad universal porque cada individuo busca su propio beneficio con la percepción de que los recursos son ilimitados, un suceso frecuente en las áreas marinas.
Un pequeño vidrio con dos canales casi imperceptibles que forman una cruz, o, según como se mire, una espada. A primera vista, no resulta muy llamativo, pero se trata de un sensor gestado en la Universidad de Oviedo como se fabrican pocos en el mundo. De estos vidrios ha brotado una pequeña empresa que ha comenzado a diseñar, producir y utilizar estos dispositivos, capaces de efectuar por sí mismos todo el proceso de análisis químico.
Investigadores de la Universidad de Oviedo, en Asturias, han desarrollado un sistema que permite estandarizar la producción de humo para el proceso de curado. Además de controlar el proceso de ahumado, la humedad y la temperatura, el sistema reduce al máximo los niveles de benzopirenos, sustancias poco saludables que el humo traspasa a los embutidos.
Han partido de uno de los vehículos que pueden encontrarse en el mercado, y lo han convertido en un rastreador de peligro. Investigadores de las Universidades de Oviedo y de Sevilla acaban de crear un sistema que detecta la existencia de puntos peligrosos en las carreteras y envía la información en tiempo real a una central de control. Ahora, plantean desarrollar un sistema para determinar qué actuaciones en las vías pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2.
Representación de algunos puntos recogidos por el sistema. Imagen: P. L.
Vista del SIG con la información de uno de los puntos recogidos por el sistema. Imagen cedida por Pablo Luque.
Su trabajo consiste en alterar células hasta crear tumores. No es un complot contra el género humano, sino un rompecabezas para conocer mejor el origen de la enfermedad. Con esta perspectiva trabajan los miembros del área de células madre mesenquimales del Banco Andaluz de Células Madre, en Granada, que han desvelado algunas alteraciones genéticas que pueden propiciar la aparición de ciertos sarcomas.