Mucha gente se pregunta por qué hay alumnos que abusan de sus compañeros. El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Illinois, ambos en EE UU, han cambiado el enfoque y se han cuestionado cómo responden las víctimas al bullying. La respuesta: unos optan por hacer nuevos amigos, algunos quieren ser ‘guays’ y otros intentan pasar desapercibidos.
Uno de cada 10 estudiantes de Secundaria y Bachillerato en España ha sido objeto de burla, marginado o agredido físicamente más de tres veces durante el último año, o ha sufrido al menos una vez cada una de estas situaciones. Sin embargo, el acoso escolar, o bullying, se manifiesta de forma desigual. Su presencia es más común en los primeros años de instituto, y es más frecuente entre los chicos que en las chicas.
David González y José Luis Graña han elaborado una muestra integral sobre el fenómeno del acoso laboral o bullying en España. El estudio recoge datos de 2.861 trabajadores pertenecientes a distintos sectores, confirma algunas creencias adquiridas sobre al acoso laboral, y desmiente otras muchas.
Seis de cada 100 trabajadores sufren acoso laboral de forma frecuente.
Una investigación realizada en la Universidad de Granada revela que los escolares ven a las víctimas como “personas pasivas y socialmente incompetentes”, y a los agresores como “personas fuertes, valientes y extrovertidas”. Para llevar a cabo este trabajo, sus autores encuestaron a 1.237 niños de entre 11 y 16 años de Granada y Braga (Portugal), a quienes se aplicó un cuestionario para conocer su percepción sobre el ‘bullying’ o maltrato entre iguales.