Casi la mitad de los hombres y hasta el 10% de las mujeres sufre alopecia androgenética a lo largo de su vida. Aunque los remedios con evidencia científica se han multiplicado en los últimos años, los timos campan a sus anchas: carboxiterapia, ozonoterapia, bótox capilar, champús crecepelo o masajes revitalizadores del cabello solo sirven para tirar el dinero.
No es una calvicie cualquiera: es la segunda forma más común de pérdida de cabello. La alopecia areata, como se denomina esta enfermedad autoinmune, provoca que hombres, mujeres y niños sufran repentinamente pérdidas capilares parciales e incluso totales. Aunque no produce otras alteraciones físicas, psicológicamente puede ser asoladora, hasta el punto que algunas personas prefieren no vivir a hacerlo sin pelo. Su única esperanza es la de una cura que aún no llega.
Miguel Ángel Martínez, con alopecia universalis, perdió todo el pelo y el vello de su cuerpo hace menos de un año. Su nueva imagen no le ha impedido cambiar de trabajo y mejorar profesionalmente. / Sinc
Científicos de las universidades de Bonn y de Düsseldorf (Alemania) han descubierto un importante gen implicado en la caída del cabello. Durante su estudio, los investigadores analizaron más de 500.000 posiciones del genoma humano y encontraron una variante genética que aparece claramente con más frecuencia en los hombres calvos.