Mientras sus colegas celebran las fiestas navideñas con la familia y los amigos, un puñado de investigadores pasa estos días en los confines del mundo estudiando los efectos del cambio climático, la vida de los pingüinos o la llegada de neutrinos cósmicos a la Tierra. Hablamos con seis de ellos en la Antártida y Cerro Paranal que trabajarán en Navidad, Nochebuena y Año Nuevo.
En Cerro Paranal las estrellas no parpadean. La inmovilidad de las luminarias ofrece una extraña visión. Pero la sensación de rareza enseguida queda eclipsada por el deslumbrón de la Vía Láctea, el arco luminoso que cruza la bóveda celeste con una nitidez increíble a ojos desnudos. Allí se divisan los mejores cielos visibles desde la Tierra. Acompañados por una científica del Observatorio Europeo Austral, buque insignia de la ciencia del viejo continente, nos adentramos en el desierto chileno, que alojará el 70% de la capacidad mundial de observación astronómica.