Por primera vez un estudio confirma que los hombres y las mujeres que beben alcohol de forma continuada sufren en mayor medida obesidad abdominal, un factor conocido por su peligrosa relación con la mortalidad en adultos. El efecto del alcohol en la grasa acumulada es mayor en el caso de la cerveza que en el del vino, aunque ambos tienen un marcado efecto sobre esta adiposidad.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz ha desarrollado un proceso para aprovechar los residuos de la cerveza para la producción de biocombustibles, alimentos funcionales y cosméticos. El proceso será desarrollado próximamente en una planta piloto.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado una técnica para reconocer el origen geográfico de las cervezas basándose en patrones químicos. El contenido en hierro, potasio, fosfatos y polifenoles es determinante. Gracias al modelo se han podido distinguir cervezas alemanas, españolas y portuguesas con un 99% de eficacia.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid ha analizado 40 marcas de cerveza y ha encontrado que las cervezas negras presentan mayor cantidad de hierro libre que las rubias y las sin alcohol. El hierro, además de ser un elemento esencial en la dieta humana, ayuda a oxidar los compuestos orgánicos que dan estabilidad y sabor a estas bebidas.
Las cervezas negras contienen 121 ppb de hierro libre frente a los 92 ppb de las rubias. Imagen: SINC.
Las características organolépticas de la cerveza, como la espuma, el cuerpo o el amargor, vienen definidas tanto por las materias primas utilizadas (malta, lúpulo, levadura y agua) como por el método de producción de cada maestro cervecero. En el caso del amargor, es una de las propiedades más apreciadas por parte del consumidor y su control es esencial para que el producto final tenga éxito en el mercado. Con el objetivo de dar respuesta a esta necesidad, investigadores del Área de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Valladolid estudian en profundidad los compuestos responsables de la aparición del amargor y sus particularidades para ajustarlas al gusto de los consumidores.
Por segundo año consecutivo, la crisis traslada parcialmente el consumo de cerveza al hogar en detrimento de la hostelería, “que es donde se consume el 70% de esta bebida y se genera la mayor parte del valor añadido”, según señala el Informe Socioeconómico del Sector Cervecero en España 2009 que ha presentado hoy el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Un equipo de investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago (USC) está logrando avances importantes de cara a mejorar la conservación del pescado congelado. En esta línea, trabajan en la obtención de antioxidantes naturales procedentes de residuos de la industria cervecera, con el propósito de incorporarlos en envases activos. Este proyecto, denominado ACTIPLAST (www.actiplast.org), está financiado por el Plan Gallego de I+D+i.